Receta de la espuma de calabaza

En este blog no solo vamos a hablar de platos contundentes y fuertes, sino que con la calabaza se puede hacer también alguna receta de aperitivos o entrantes muy sabrosos, ligeros e interesantes. En esta ocasión vamos a hacer una espuma de calabaza con polvo de bacon y jamón, que se utilizarán sobre la espuma para darle más sabor a la espuma de calabaza.

No es una receta complicada, aunque necesita un sifón de cocina para crear la espuma y darle la textura y la forma que se busca. Se sirve en una pequeña copa, a modo de entrante o aperitivo antes de un plato más fuerte y contundente. Veamos cómo se puede hacer esta espuma de calabaza con polvo de jamón y bacon.

Receta de la espuma de calabaza con polvo de jamón y bacon

Para elaborar esta espuma de calabaza con polvo de jamón y bacón se necesitan los siguientes ingredientes:

Ingredientes:

– 250 gramos de calabaza pelada

– 250 ml de caldo de carne o pollo

– 1 cucharada sopera de aceite de oliva

– 1 cucharilla de lecitina de soja

– 2 lonchas de jamón

– 2 lonchas de bacon

En primer lugar lugar se ha de elaborar el polvo de jamón y bacon. Para ello, se han de colocar las dos lonchas de jamón y las dos de bacon en una bandeja del horno sobre un fondo de papel parafinado, el que suele utilizarse para el horno. Sobre las lonchas se ha de poner otra bandeja, haciendo presión sobre ellas.

El horno se ha de precalentar hasta los 180 grados y colocar las bandejas en el mismo durante unos 20 minutos, aunque controlándolo desde los 15 minutos para que no se quemen y queden bien. Mientras se hornean las lonchas, se ha de hacer la espuma de calabaza.

Para ello se cuece la calabaza con el caldo en una olla. Durante 20 minutos se mantiene el fuego y se ablanda la calabaza. Una vez cocida, la calabaza se tritura con la batidora, haciendo que la crema quede muy fina y sin grumos. Se ha de utilizar un sifón de cocina para crear la textura de espuma para servirla. Pero antes, se ha de acabar de preparar el polvo de jamón y bacon.

Una vez sacado el jamón y el bacon, se ha de tritutar las lonchas en trozos muy finos. Con estos, que quedan crujientes y sabrosos, se espolvorea la espuma de calabaza, que ya se puede servir en copas para servir de entrante en el menú.